La decisión de someterse a una cirugía de estiramiento facial es extremadamente personal y usted deberá decidir si los beneficios lograrán sus metas y si los riesgos y complicaciones potenciales son aceptables. El cirujano plástico y/o su personal le explicarán en detalle los riesgos asociados con la intervención quirúrgica. Se le pedirá que firme formularios de consentimiento para asegurarse de que usted comprende bien el procedimiento al que se someterá y cualquier riesgo o complicación potenciales.

Los riesgos incluyen:

  • cicatrización desfavorable;
  • hemorragia (hematoma);
  • infección;
  • mala curación de las heridas;
  • complicaciones de la anestesia;
  • pérdida de cabello subsanable en las incisiones;
  • lesiones en los nervios faciales con debilidad;
  • asimetría facial;
  • pérdida de piel;
  • entumecimiento u otros cambios en la sensibilidad de la piel;
  • tejido graso que se encuentra profundo en la piel puede morir (necrosis grasa);
  • acumulación de líquidos;
  • dolor, que puede persistir;
  • irregularidades en los contornos de la piel;
  • decoloración, sensibilidad o hinchazón de la piel;
  • las suturas pueden emerger a través de la piel en forma espontánea, hacerse visibles o producir una irritación que requiera su remoción;
  • entre los resultados insatisfactorios se encuentran la asimetría, la ubicación insatisfactoria de cicatrices quirúrgicas, deformidades visibles inaceptables en los extremos de las incisiones (puede ser necesario realizar una cirugía adicional para mejorar los resultados);
  • trombosis venosa profunda, complicaciones cardíacas y pulmonares;
  • posibilidad de cirugía de revisión.